27 de mayo de 2010

No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola

Esta es una cita del Dr. Adrian Rogers, pastor protestante (1931-2005) que me facilita mi amigo José María.


“Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo.
El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.

Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo, es el fin de cualquier nación.

No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”.


26 de mayo de 2010

Deudas y burros

Mi amigo Quico me envia por email este informe que circula por la red...

DEUDAS y BURROS

Se solicitó a un prestigioso asesor financiero que explicara esta crisis de una forma sencilla, para que la gente de a pie entienda sus causas.

Este fue su relato:

Un señor se dirigió a una aldea donde nunca había estado antes y ofreció a sus habitantes 100 euros por cada burro que le vendieran.
Buena parte de la población le vendió sus animales.

Al día siguiente volvió y ofreció mejor precio, 150 por cada burrito, y otro tanto de la población vendió los suyos. Y a continuación ofreció 300 euros y el resto de la gente vendió los últimos burros. Al ver que no había más animales, ofreció 500 euros por cada burrito, dando a entender que los compraría a la semana siguiente, y se marchó.

Al día siguiente mandó a su ayudante con los burros que compró a la misma aldea para que ofreciera los burros a 400 euros cada uno.

Ante la posible ganancia a la semana siguiente, todos los aldeanos compraron sus burros a 400 euros, y quien no tenía el dinero lo pidió prestado. De hecho, compraron todos los burros de la comarca.Como era de esperar, este ayudante desapareció, igual que el señor, y nunca más aparecieron.

Resultado: La aldea quedó llena de burros y endeudados.

Hasta aquí lo que contó el asesor. Veamos lo que pasó después:

Los que habían pedido prestado, al no vender los burros, no pudieron pagar el préstamo y quienes habían prestado dinero se quejaron al ayuntamiento diciendo que si no cobraban, se arruinarían ellos; entonces no podrían seguir prestando y se arruinaría todo el pueblo.

Para que los prestamistas no se arruinaran, el Alcalde, en vez de dar dinero a la gente del pueblo para pagar las deudas, se lo dio a los propios prestamistas. Pero estos, ya cobrada gran parte del dinero, sin embargo, no perdonaron las deudas a los del pueblo, que siguió igual de endeudado.

El Alcalde dilapidó el presupuesto del Ayuntamiento, el cual quedó también endeudado. Entonces pide dinero a otros ayuntamientos; pero estos le dicen que no pueden ayudarle porque, como está en la ruina, no podrán cobrar después lo que le presten.

El resultado:
  • Los listos del principio, forrados.
  • Los prestamistas, con sus ganancias resueltas y un montón de gente a la que seguirán cobrando lo que les prestaron más los intereses, incluso adueñándose de los ya devaluados burros con los que nunca llegarán a cubrir toda la deuda.
  • Mucha gente arruinada y sin burro para toda la vida.
  • El Ayuntamiento igualmente arruinado.

Resultado ¿final?:

Para solucionar todo esto y salvar a todo el pueblo, el Ayuntamiento bajó el sueldo a sus funcionarios.


24 de mayo de 2010

Fiel reflejo

Jonathan visita la consulta del doctor desde que un día se sorprendió hablando consigo mismo.
- Ello no significa ninguna alteración patológica grave – le había dicho el doctor.
Sin embargo Jonathan presentía que su mente se deterioraba por momentos. Eran sucedidos sin importancia que analizados en su conjunto denotaban un gran deterioro mental. Temía un desenlace fatal: que un buen día dejará de sentirse a si mismo, que su vida continuara siendo vivida por un extraño.
Las visitas al doctor le permitían un cierto reforzamiento de sus lazos con la realidad. Después de algunos meses tuvo una buena noticia en su sesión de terapia.
- Esta semana ha progresado notablemente Jonathan –le comunicó el doctor–. Le sugiero que continúe por este camino.
- Si –respondió Jonathan, mientras la imagen del doctor se desvanecia al desviar él su mirada del espejo.