El aprendizaje de la serenidad, editado por Ediciones San Pablo, y escrito por Rafael Navarrete, sacerdote Jesuita que se dedica a temas de pastoral de la familia y matrimonio, es un libro que en sus once capítulos aborda temas como la felicidad, la meditación, el sufrimiento o la depresión desde una perspectiva de no creyentes; lo mismo te habla de Buda que de Jesús.
Nada más comenzar encuentras párrafos como el siguiente:
"El hombre feliz comprende que la vida tiene sentido. Por unos momentos la vida deja de pesarnos y se vuelve leve, como si alguien hubiera tomado sobre sus hombros nuestra carga."
...y más adelante:
"No confundas la palabra serenidad con una relajación meramente muscular; no se trata sólo de aflojar los músculos cuando están tensos. El hombre moderno suele sentirse cansado y, cuando oye la palabra serenidad, sueña con unos momentos de relajación que todo lo calma. No se trata de dejarse ir, sino de transparentar. Serenidad es lo mismo que transparencia, apertura, dejar que se haga presente lo que somos y vivir gozosamente en esa conciencia. La serenidad no es lo mismo que la relajación, pero ¡sólo desde la serenidad podemos vivir relajados!"
En unas pocas páginas finales que denomina Epílogo para creyentes cita a San Juan de la Cruz quien define el lugar definitivo de la gran serenidad
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
¡Qué buen libro!
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